viernes, 6 de julio de 2007

Día 5: Veliko Tarnovo- Sozopol


Son la siete de la mañana y nos levantamos dispuestos a desayunar, esta vez algo menos, y dirigirnos hacia el Mar Negro, más concretamente a la ciudad de SOZOPOL.
En un principio nos íbamos a ir a NESSEBAR, pero Rocco la noche de antes nos aconsejó que fuéramos a Sozopol, porque Nessebar era muy turística y no nos iba a gustar, así que le hicimos caso y nos fuimos donde nos dijo, y mereció la pena.

Tardamos una cuatro horas en llegar, atravesamos montañas con bosques muy densos, con una bruma que lo cubría todo, llanuras llenas de cereal y viñedos, no obstante el vino de Bulgaria tiene fama de ser bastante bueno, hasta llegar a la ciudad de BURGAS, que esta a las orillas del Mar Negro, atravesándola y desviándonos hacia Sozopol, que esta a unos 35 Km de Burgas.

En Sozopol nos quedamos a dormir en el Hotel Tavanov, es un hotel de nueva construcción, regentado por una familia encantadora, con piscina, muy limpio y que nos costó 49 lb por habitación con desayuno buffet. Se encuentra a unos cincuenta metros de la playa y también tiene piscina, aunque esta en las afueras, frente a la Policía y los Bomberos, el centro no queda lejos si vas paseando.


Es la hora de comer y nos vamos paseando por la orilla del mar y decidimos comer en uno cualquiera, en el que tenía más gente, y la verdad comimos muy bien y como siempre barato, en cualquiera de los restaurantes se come bien, no hay gran diferencia, pero la gente va, donde va la gente. Comimos una fuente de pescados variados del Mar Negro, y la verdad, aunque estaban buenos y en palabras de un Búlgaro, "Los Búlgaros no sabemos ni preparar ni comer el pescado", y cuanta razón, nos pusieron el pescado muy hecho, y así sabe menos sabroso, pero estaba bueno.

























Después de la comida, ¡¡¡¡¡¡A BAÑARSEEEE!!!!!!

Nuestro primer baño en el Mar Negro. El agua estaba muy movida, hacía mal tiempo, pero nosotros nos bañamos, para una vez.
La arena eran minúsculas conchas y el agua esta un poco mas caliente que en el Mediterraneo, pero lo más curioso es que es muy poco salada, casi dulce, la verdad es que el agua estaba muy buena.






Por la noche nos fuimos a pasear por el centro de Sozopol y la verdad es que es muy bonito, con calles peatonales, terrazas, cafeterías, había mucha gente paseando. Tambnién las construcciones recuerdan un poco a los hórreos de asturianos, casas de madera, ruinas de iglesias bizantinas, muy bonito.
Despues de comprar alguna cerámica de recuerdo nos tomamos una cerveza en el puerto viendo atardecer, en una de las terrazas y luego cenamos en el centro en otra de las terrazas que existen. En cualquiera de ellas se puede cenar muy bien por poco dinero, esa es la tónica constante del viaje.


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