domingo, 8 de julio de 2007

Día 7: Sozopol-Plovdiv

Nos levantamos muy temprano, para variar, sobre las 06.00 am, para ponernos en marcha y aprovechar el día, no obstante nos esperan unas cuatro horas de coche para llegar a Plovdiv.
El Día anterior compramos los desayunos en un super cerca del hotel, y paramos en un área de descanso a la salida de Burgas a tomarlo, una cosa rápida y en marcha.

Sobre las 12.00 pm llegamos a Plovdiv, y la verdad, en un principio nos desilusionó, porque la entrada de la ciudad es mas bien fea y sucia, por lo que decidimos irnos a las montañas que se veían al fondo y buscar un sitio donde dormir en alguno de los pueblos que se veían a su falda.

Así hicimos, nos fuimos a un pueblo llamado Asenovgrad, o algo parecido y nos alojamos en la misma montaña, en un hotel muy bonito, hotel OGI y por unas 45lv dormimos la mar de bien. El Hotel cuenta con restaurante y una terraza con piscina, aunque ni la probamos.



Nos digeron en el hotel que un poco mas arriba, siguiendo la carretera, había un monasterio, y fuimos a verlo. El monasterio se llama de San Kirik y Yulita y es muy bonito, y tiene una iglesia bastante antigua en el centro de la plaza, con unos frescos impresionantes, y que cuando fuimos nosotros estaba en restauración. Aparte de la función de monasterio como tal, tiene una hospedería y un restaurante.





Una vez que lo vimos, bajamos y pensamos en
ir a, mirando el mapa de carreteras, por una que
atraviesa un valle a ver donde nos llevaba, con la suerte de que fuimos a parar a la Fortaleza de Assen.




En los primeros contrafuertes de los Ródopes ,19 km. al sur de Plovdiv, y para defender el paso del río Chepelarska, el zar Iván Assen II, hizo construir una fortaleza con muros y torres defensivas, todo en la roca colgado sobre el río.

El lugar es encantador entre árboles, fuentes y naturaleza, y desde la carretera es solo un agradable paseo de 10 minutos

Hoy prácticamente solo queda la iglesia, pero es un interesante edificio medieval del siglo XI de dos plantas y que conserva numerosos frescos, y que según cuenta la leyenda hay un pasadizo que comunica la iglesia con el río, para evitar quedarse sin agua en los tiempos de asedio, y que por la voluntad, una guía en inglés te explica la historia de la misma.

Tras alucinar con la fortaleza, seguimos dirigiéndonos rió arriba para ver un sitio donde comer y paramos en uno muy cerca de allí en el que no tenían ni idea de ingles, así que la mujer pidio ayuda a uno de los clientes que allí se encontraban y todo se solucionó.

Después de comer, seguimos dirigiéndonos rió arriba, hasta llegar a otro pueblo en el que había otro monasterio el Monasterio de Batchkovo, éste es el país de los monasterios, y paramos, como no, a verlo.

El Monasterio de Batchkovo se encuentra a 29 km al sur de Plovdiv, y es el segundo en importancia después del de Rila.



Fue fundado en 1083,en un paraje montañoso, pero hoy muy bien accesible por carretera, consta de un patio interior pavimentado de cantos rodados, donde se encuentra la iglesia, muy visitada, ya que un icono de la Virgen, de origen georgiano es objeto de una devoción especial. En su interior podremos hacer nuestras ofrendas y encender velas con nuestros buenos deseos para nuestras personas queridas.

También se visitan el resto de iglesias y dependencias del monasterio, siendo de especial interés los frescos pintados en las paredes del porche de entrada, representando el juicio final, con el paraíso a la izquierda, y el infierno a la derecha. También los aposentos y comedores antiguos de los monjes.

Después de un día de monasterios e iglesias, nos fuimos a media tarde a casco antiguo de Plovdiv. Plovdiv es la segunda ciudad en importancia en Bulgaria, y su historia como la de muchas ciudades de este país es bastante azarosa.

Fundada por Filipo II de Macedonia sobre la ciudad tracia de Eumolpia, la llamó, claro Filipópolis, después pasaron los romanos y la llamaron Trimontium, después la saquearon los hunos y los eslavos, estos la llamaron Pulpoleva, y luego vinieron los búlgaros, y luego los armenios, hasta que el zar búlgaro Kaloyan, la conquistó nuevamente a los bizantinos, después aun cambió de mano once veces hasta la ocupación turca, ahora con el nombre de Filibe, ya con el nombre de Plovdiv continua bajo el dominio otomano hasta la rebelión de 1885.

De todo esto hoy queda perfectamente conservado el Teatro Romano (en el que por cierto había una fiesta de algo relacionado con el ejercito, porque estaba lleno de militares), construido en tiempos de Marco Aurelio y varias mezquitas.



También es muy interesante visitar en su centro histórico, muchas de las casas de antiguos comerciantes, pintores y poetas, hoy transformadas en museos, además de los innumerables restos arqueológicos como la puerta de Hisar Kapiya flanqueada por dos torres del siglo V.

Hay unos restaurantes y unas terrazas para cenas espectaculares, pero hay que ir temprano, o no hay sitio.

1 comentario:

xixerone dijo...

Muy chulo el post, yo he estado en Bulgaria un par de veces y he de decir que es uno de mis países favoritos. Podéis pasaros por mi blog de viajes y echar un vistazo a mis posts sobre Bulgaria