
lunes, 9 de julio de 2007
Último día: Sofia-Madrid-Alicante

Día 8: Plovdiv-Rila-Sofia

Decidimos ir por una carretera de montaña, para poder admirar el estupendo paisaje de bosques de la zona, y llegamos al Monasterio de Rila sobre las 12.00 horas.
El Monasterio de Rila (en búlgaro: Рилски Манастир, Rilski Manastir) fue fundado en el Siglo X por San Juan de Rila (cortesano búlgaro conocido como Iván Rilski), un ermitaño, canonizado por la Iglesia Ortodoxa. El monasterio está situado en las Montañas Rila, en la parte occidental de Bulgaria, a más o menos 120 kilómetros de la capital, Sofía, en un sitio espectacular en el profundo valle del río Rilski.


La tumba de San Juan de Rila se convirtió en un sitio sagrado y el primitivo monastserio fue transformándose en un complejo mayor. Desempeñó un papel importante en la vida espiritual y social de la Bulgaria medieval. Parcialmente destruido por un incendio a principios del Siglo XIX, fue reconstruido entre 1834 y 1862, aunque los edificios más antiguos que lograron sobrevivir el fuego no fueron alterados.
El monumento es un ejemplo característico de la Resistencia Búlgara (del Siglo XVIII al Siglo XIX) y simboliza el sentimiento de identidad cultural eslavita después de siglos de ocupación por el Imperio Otomano. El monasterio es considerado un Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Al día siguiente hay que madrugar muchisimo, así que cuando cenamos pedimos los taxis en recepción para las 04.00 am y nos fuimos a dormir.
domingo, 8 de julio de 2007
Día 7: Sozopol-Plovdiv

El Día anterior compramos los desayunos en un super cerca del hotel, y paramos en un área de descanso a la salida de Burgas a tomarlo, una cosa rápida y en marcha.

Nos digeron en el hotel que un poco mas arriba, siguiendo la carretera, había un monasterio, y fuimos a verlo. El monasterio se llama de San Kirik y Yulita y es muy bonito, y tiene una iglesia bastante antigua en el centro de la plaza, con unos frescos impresionantes, y que cuando fuimos nosotros estaba en restauración. Aparte de la función de monasterio como tal, tiene una hospedería y un restaurante.

ir a, mirando el mapa de carreteras, por una que
atraviesa un valle a ver donde nos llevaba, con la suerte de que fuimos a parar a la Fortaleza de Assen.
En los primeros contrafuertes de los Ródopes ,19 km. al sur de Plovdiv, y para defender el paso del río Chepelarska, el zar Iván Assen II, hizo construir una fortaleza con muros y torres defensivas, todo en la roca colgado sobre el río.
El lugar es encantador entre árboles, fuentes y naturaleza, y desde la carretera es solo un agradable paseo de 10 minutos
Hoy prácticamente solo queda la iglesia, pero es un interesante edificio medieval del siglo XI de dos plantas y que conserva numerosos frescos, y que según cuenta la leyenda hay un pasadizo que comunica la iglesia con el río, para evitar quedarse sin agua en los tiempos de asedio, y que por la voluntad, una guía en inglés te explica la historia de la misma.
Tras alucinar con la fortaleza, seguimos dirigiéndonos rió arriba para ver un sitio donde comer y paramos en uno muy cerca de allí en el que no tenían ni idea de ingles, así que la mujer pidio ayuda a uno de los clientes que allí se encontraban y todo se solucionó.
Después de comer, seguimos dirigiéndonos rió arriba, hasta llegar a otro pueblo en el que había otro monasterio el Monasterio de Batchkovo, éste es el país de los monasterios, y paramos, como no, a verlo.
El Monasterio de Batchkovo se encuentra a 29 km al sur de Plovdiv, y es el segundo en importancia después del de Rila.

Fue fundado en 1083,en un paraje montañoso, pero hoy muy bien accesible por carretera, consta de un patio interior pavimentado de cantos rodados, donde se encuentra la iglesia, muy visitada, ya que un icono de la Virgen, de origen georgiano es objeto de una devoción especial. En su interior podremos hacer nuestras ofrendas y encender velas con nuestros buenos deseos para nuestras personas queridas.
También se visitan el resto de iglesias y dependencias del monasterio, siendo de especial interés los frescos pintados en las paredes del porche de entrada, representando el juicio final, con el paraíso a la izquierda, y el infierno a la derecha. También los aposentos y comedores antiguos de los monjes.
Después de un día de monasterios e iglesias, nos fuimos a media tarde a casco antiguo de Plovdiv. Plovdiv es la segunda ciudad en importancia en Bulgaria, y su historia como la de muchas ciudades de este país es bastante azarosa.

De todo esto hoy queda perfectamente conservado el Teatro Romano (en el que por cierto había una fiesta de algo relacionado con el ejercito, porque estaba lleno de militares), construido en tiempos de Marco Aurelio y varias mezquitas.

También es muy interesante visitar en su centro histórico, muchas de las casas de antiguos comerciantes, pintores y poetas, hoy transformadas en museos, además de los innumerables restos arqueológicos como la puerta de Hisar Kapiya flanqueada por dos torres del siglo V.
Hay unos restaurantes y unas terrazas para cenas espectaculares, pero hay que ir temprano, o no hay sitio.
Día 6: Sozopol-Nessebar-Sozopol

Amanece el sexto día y parece que va a ser bueno, de momento luce el sol.
En Primer lugar, decidimos irnos primero a NESSEBAR, porque teníamos curiosidad, aunque Rocco nos digera que no le gustaba, en Internet desde España tenía muy buena pinta.
Así hicimos, cogimos la carretera en dirección Burgas, y una vez en ella, cogimos dirección Varna, es muy fácil, y esta muy bien señalizado.
Aparcamos el coche en la zona moderna de la ciudad, y nos dirigimos dando un paseo hacia la zona antigua de la misma, que esta situada en el extremo de un cabo.

Lo malo es que se han pasado bastante con el tema del turismo. Allí vas paseando y en cada casa, en cada rincón o en cada esquina hay un puesto de souvenirs o una casa de cambio, por cierto carísimas, o un restaurante, en fin, está un poco echado a perder, y es una pena, porque es muy bonito.
Después de un par de horas y cansados de ver puestos de guiris, decidimos irnos a comer fuera de allí, y cogimos el coche en dirección Burgas, parando a medio camino, en una de las ciudades ribereñas del Mar Negro, bastante menos turística, por cierto y comimos en una cafetería-pub-restaurante la mar de bien y como siempre baratísimo.

Visto lo visto nos fuimos a una de las inmensas playas antes de llegar al río y tras pagar 4lv de entrada, aparcamos y nos fuimos a tomar el sol y dar un paseo por la playa, que por cierto estaba desierta, eramos los únicos que estábamos allí.

Después de eso volvimos a coger el coche y nos fuimos de regreso al hotel a pegarnos una ducha y, por cierto, teníamos que buscar sitio para alojarnos en Sofia, porque los hoteles del centro estaban todos completos.
Resulta que iba a ir a Sofia el Sr. Bush y claro, la cosa no pintaba bien, así que le pedimos el favor a la chica del hotel y ella nos iba a buscar alojamiento para la última noche, o nos veíamos durmiendo en el aeropuerto, porque además nuestro vuelo salía para España a las 7.30 am, y no nos gustaba la opción de dormir por ahí tirados.
viernes, 6 de julio de 2007
Día 5: Veliko Tarnovo- Sozopol

En un principio nos íbamos a ir a NESSEBAR, pero Rocco la noche de antes nos aconsejó que fuéramos a Sozopol, porque Nessebar era muy turística y no nos iba a gustar, así que le hicimos caso y nos fuimos donde nos dijo, y mereció la pena.
Tardamos una cuatro horas en llegar, atravesamos montañas con bosques muy densos, con una bruma que lo cubría todo, llanuras llenas de cereal y viñedos, no obstante el vino de Bulgaria tiene fama de ser bastante bueno, hasta llegar a la ciudad de BURGAS, que esta a las orillas del Mar Negro, atravesándola y desviándonos hacia Sozopol, que esta a unos 35 Km de Burgas.

Es la hora de comer y nos vamos paseando por la orilla del mar y decidimos comer en uno cualquiera, en el que tenía más gente, y la verdad comimos muy bien y como siempre barato, en cualquiera de los restaurantes se come bien, no hay gran diferencia, pero la gente va, donde va la gente. Comimos una fuente de pescados variados del Mar Negro, y la verdad, aunque estaban buenos y en palabras de un Búlgaro, "Los Búlgaros no sabemos ni preparar ni comer el pescado", y cuanta razón, nos pusieron el pescado muy hecho, y así sabe menos sabroso, pero estaba bueno.

Después de la comida, ¡¡¡¡¡¡A BAÑARSEEEE!!!!!!

La arena eran minúsculas conchas y el agua esta un poco mas caliente que en el Mediterraneo, pero lo más curioso es que es muy poco salada, casi dulce, la verdad es que el agua estaba muy buena.

Despues de comprar alguna cerámica de recuerdo nos tomamos una cerveza en el puerto viendo atardecer, en una de las terrazas y luego cenamos en el centro en otra de las terrazas que existen. En cualquiera de ellas se puede cenar muy bien por poco dinero, esa es la tónica constante del viaje.
jueves, 5 de julio de 2007
Dia 4: Veliko Tarnovo


La fortaleza es muy bonita, esta bastante restaurada, pero allí la gente es poco cuidadosa, las papeleras son mas bien escasas, pero las vistas son impresionantes, merece la pena, solo hay que pagar unas 4 lebas de entrada.
Los paisajes son preciosos, todo cubierto de bosques muy densos, y pequeños pueblos, algunos abandonados, como si las personas se hubieran ido de allí corriendo y con lo puesto, impresiona.

El centro de la ciudad ya es mas bonito, con sus terrazas, sus plazas y jardines, comercios, en las ciudades búlgaras los centros urbanos están muy ciudados, no así el resto, que parece que pertenezca a otra ciudad.
Llega la hora de comer y empieza a lloviznar, miramos el mapa y vemos que señala algo parecido a un lago, y decidimos irnos allí a comer.
Entramos a un supermercado del pueblo y compramos lo necesario para unos bocadillos.
El embutido de allí es muy bueno, y el queso una pasada, y con esto un par de tomates y unas cervezas, listo, encontramos el lago y comimos a cubierto de la puerta del maletero del coche, con los chubasqueros puestos.

Despues de comer nos fuimos de vuelta al centro de Elena y nos sentamos en una terraza a tomar un cafe frappé, estan buenisimos y refrescan bastante, y despues compramos unos recuerdos en una tienda de souvenirs, la única que había, y de vuelta a Veliko Tarnovo, porque la tarde no acompañaba mucho.
miércoles, 4 de julio de 2007
Día 3: Sofia-Veliko Tarnovo

En la zona del centro hay muchos hoteles de todas las clases y precios, nosotros nos alijamos en una casa rural, justo en la hoz que hace el rio al atravesar la ciudad, en la calle URKO. Las vistas son muy bonitas, y el hotel esta pasable, unos 25€ por habitación sin desayuno.
El dueño del mismo se llama Rocco, habla algo de español, pero sobre todo italiano, buena gente y no dudará en ayudaros en todo lo que este en su mano.
Para desayunar, hay en la misma calle un restaurante muy bonito, tipico y se come bastante bien por unos 4 o 5 € por persona, pero el tema de la comida no es problema, en cualquier sitio del centro se pueden encontrar innumerables terrazas en las que poder comer.

Es agradable pasear por las calles del pueblo y sobre todo es bonito el Monasterio e Iglesia de la Natividad, que esta a las afueras, aunque cuando fuimos estaba cerrado y solo pudieramos entrar a los jardines, merece la pena, así como las vistas de Velico Tarnovo desde la carretera de acceso al mismo.

Por la noche nos fuimos a tomar algo a una de las terrazas que se encuentran por el centro, donde se pude cenar muy bien a muy buen precio, en cualquiera de ellas, lo complicado será encontrar sitio, los búlgaros comen temprano, por lo que también cenan temprano, y sin prisas.